dimarts, 26 d’agost del 2014

dijous, 22 de maig del 2014

Captura el teu dol



A través del blog d'una de les moderadores del fòrum "Superando un aborto", m'ha arribat aquesta iniciativa que començaré el mes que ve. El projecte és denomina "Captura tu duelo" i dura un mes, 31 dies, 31 fotos a compartir seguint una sèrie de consignes. Les copio aquí per si algú més està interessat a realitzar aquesta activitat.

Dia 1. Una alba.
Dia 2. Retrat teu abans de la pèrdua.
Dia 3. Retrat teu després de la pèrdua.
Dia 4. Alguna cosa que atresoris.
Dia 5. En la seva memòria. Alguna cosa que hagis fet en la seva memòria.
Dia 6. Que NO dir.

Dia 7. Que dir.
Dia 8. Un lloc especial, que et porti pau.
Dia 9. Un símbol, papallona, cor...
Dia 10. Joia especial.
Dia 11. Un parent o amic que et recolzi.
Dia 12. Una aroma.
Dia 13. Senyals del teu bebè, comparteix alguna història.
Dia 14. Alguna comunitat a la qual t'hagis unit.
Dia 15. Ona de llum.
Dia 16. Alliberament, deixa anar de globus, colomes, papallones...
Dia 17. Aniversari/ Aniversari/ Data de part.
Dia 18. Un retrat familiar incloent al teu bebè del cel.
Dia 19. Algun projecte.
Dia 20. *Beneficiencia/organitzacions que hagin tocat el teu cor durant el duel.
Dia 21. Altar/lloc sagrat.
Dia 22. Lloc on hagin cuidat del teu bebè (*obstetra, *doula).
Dia 23. El seu nom/Una foto del bebè.
Dia 24. Germans/primers.
Dia 25. *Babyshower/esdeveniment especial/ regals que vas rebre embarassada.
Dia 26. La seva edat/edat *gestacional.
Dia 27. Alguna creació.
Dia 28. Algun record.
Dia 29. Una cançó.
Dia 30. El teu duel, explica-li-ho al món.
Dia 31. Una posta del sol.

diumenge, 4 de maig del 2014

Felicitats mareta meva!!!!

Avui dia de la mare vull felicitar  a totes les mares però en especial a les mares que tenim el nostre fill al cel, a les mares que dia a dia sentim un buit immens per no poder abraçar-los, a tots aquells pares que per la societat no som considerats pares perquè no tenen als bebès als braços
però el nostre cor està ple d'amor per ells.

I, també felicitar a la millor mare del món,la meva, sense ella no sé com haguès tirat endavant, ella m'ensenya que malgrat la vida ens dòni pals hem de tirar endavant, i lluitar, doncs és el que porta fent ella tota la seva vida. Mare t'estimem!!!!!!


dimarts, 29 d’abril del 2014

Cuando la cigüeña se pierde

Entrevista a Patricia Pozo, mare i autora de "Cuando la cigüeña se pierde"
"Perder a un hijo te obliga a tomar decisiones muy duras en muy poco tiempo"


Hay madres que buscan la felicidad, pero, en su lugar, hallan el sufrimiento. Este es el punto de partida del libro Cuando la cigüeña se pierde (Océano Ambar), escrito por Ángeles Doñate, periodista especializada en temas sociales, y por Patricia Pozo, madre de Valentina, a quien dedica este texto. El libro brota del dolor de haber perdido a un bebé y señala el camino hacia la superación a las madres y los padres que se topan con esta terrible e inimaginable situación. Patricia perdió a su hija Valentina después de un embarazo perfecto, en la última semana de gestación, en Barcelona y en el siglo XXI. Para ella fue un mazazo insólito e inesperado. Pero, tras investigar, constató que perder a un bebé, tanto al inicio como al final del embarazo, es más común de lo que se cree. Este libro reconoce el dolor que causa esta pérdida, así como el derecho y la necesidad de las madres y los padres a pasar por un duelo. 





Apenas se habla de la tristeza que supone el sueño roto de perder un bebé.
Cuando decidimos escribir el libro, más que hablar de tristeza, quisimos hablar de superación.

Su testimonio es uno de los más duros. El corazón de tu hija dejó de latir al final del embarazo.
Solo una semana antes, en una revisión, mi doctor me dijo que todo iba perfecto y me citó para otro control. Estaba embarazada de 38 semanas y un día. No sentí nada como para ir a urgencias. Tampoco se había detectado nada indicativo de una cardiopatía o un problema respiratorio a lo largo del embarazo. Cuál fue mi sorpresa, en el siguiente control, cuando echada en la camilla, el doctor me dijo con el ecógrafo: "Esta es Valentina, pero su corazón no late".

¿Le dio bien la noticia?
Sí, con delicadeza y tacto, tanto que no caía en lo que me estaba diciendo. "Lo que trato de decirte es que Valentina ha muerto", me dijo. "Pero ¿cómo puede ser, con lo adelantada que está la ciencia?", le dije. "Sí -repuso-, hay muchas técnicas, pero para niños vivos. Si un niño muere no hay nada que hacer. Patty, ahora podemos hacer una cesárea o inducir un parto".

Se decantó por la inducción del parto en lugar de una cesárea. ¿Por qué?
"Tenía una noche por delante para pensar y elegí parto natural. Fue terrible"
Porque me dijo que, como médico, me aconsejaba un parto, ya que una cesárea implica un corte, lesionar una parte del cuerpo y, al tratarse del primer hijo, un parto siempre condiciona menos que una cesárea el futuro. Con una cesárea, la recuperación es más lenta. Hay mujeres que sienten mucho dolor y no se pueden incorporar ni dar de mamar; deben esperar más tiempo para tener hijos, entre nueve meses y un año. Y, después, las limita a tener tres hijos como máximo. Pero, con un parto, la recuperación es instantánea y "puedes intentar tener más hijos dentro de tres meses, si así lo deseas", me dijo el doctor. Tenía una noche por delante para pensar y debía decírselo a la mañana siguiente. Y elegí parto natural. Fue terrible.

Aunque fuera terrible, ¿se lo recomendaría a otras mujeres en su misma situación?
Interviene mucho la fuerza psicológica que se tenga. Cada vez que me miraba al espejo, veía mi barriga y sentía un sufrimiento tremendo: quería acabar con ella, porque no iba a recibir un hijo vivo. No dormí nada. Quería entrar y salir del hospital ya. Pero me decidí por el parto y reconozco que no todo el mundo es capaz de aguantar esa presión de ocho horas de trabajo de parto con dolores, pues se induce un parto en toda regla, con la diferencia de que lo que se va a recibir es un niño muerto, que no ayuda; aunque la comadrona me ayudó. Si una no se siente fuerte y no quiere tener más hijos, que opte por la cesárea. A nivel médico, el parto es la mejor opción, pero, a nivel psicológico, depende de la fortaleza de cada persona.

Otra decisión que tomó fue ver la carita de tu hija Valentina. ¿También lo aconsejas?
Muchos psicólogos, en el libro, aconsejan comenzar el duelo dando este paso. Me dijeron que fue acertado verla, acariciarla y tenerla entre mis brazos, siempre recordando que no estaba viendo a un bebé dormido, sino teniendo presente que no estaba vivo. Este paso me ayudó a cerrar el duelo antes de comenzarlo, sin saberlo. Además, hice algo muy bonito: la enfermera trajo agua bendita de la capilla y allí mismo la bautizó. Así pude darle a mi hija una despedida como se merece y que fuera a los brazos de Dios, al menos para nuestra fe católica.

Y otra decisión, no menos dolorosa, es qué hacer después con el cuerpo del bebé.
"En España no se contempla que una madre inscriba a su bebé, nacido muerto, en el libro de familia"
Hay que tomar muchas decisiones muy duras en muy poco tiempo. Primero se le realiza al bebé una autopsia para determinar la causa del fallecimiento. Después, existen dos opciones: pedir el cuerpo y enterrarlo como si fuera una persona, de modo que la familia corre con los gastos, o cedérselo al hospital, que tiene un cupo para enviarlo al tanatorio, que se encarga de enterrarlo en una fosa común. En cuanto al registro, en España no se contempla que una madre inscriba a su bebé, nacido muerto, en el libro de familia. La ley estipula que tiene que haber estado vivo al menos 24 horas. En mi libro de familia, Belén figura como mi primera hija.

Por cierto, en el libro hablan de una iniciativa que se ha legislado para que se pueda registrar a los niños que mueren antes de nacer. Pero, ¿ha seguido adelante o se ha suspendido?
Hay dos padres en Girona que han intentado promover una modificación del Código Civil para que los bebés que fallecen a partir de los seis meses de gestación puedan estar inscritos en el libro de familia como un hijo, a pesar de haber nacido muertos. Está comprobado que, a partir de los cinco meses, morfológica y físicamente los bebés son un niño. Pero, ahora, esta iniciativa está parada. Lo que hay es un registro de neonatos. Allí está mi nombre y figura que en el día X se inscribió un feto de 38 semanas y un día, que no tiene derecho a un nombre. Es como si me hubieran extraído un riñón, pero, mentalmente, para mí era mi hija: es muy duro.

Era su Valentina...
Exacto. Y mi marido y yo no fuimos capaces de ir a enterrarla y escogimos la segunda opción.

¿Tardó mucho en salir del duelo?
El tiempo que se tarda en salir del duelo depende de la personalidad de cada uno. Hay que pasar por varias etapas del duelo que explicamos en el libro. Hay personas que no son capaces. Yo lo fui, aunque hubo momentos en que retrocedía.

Y decidió tener otro hijo, ¿cómo ha sido la experiencia de un nuevo embarazo y otro parto?
Me quedé embarazada por sorpresa. No me sentía fuerte para enfrentarme a todo otra vez. Confieso que, más de una vez, me hice la enferma para ir a urgencias y que me hicieran una ecografía, sobre todo a partir del sexto mes en que se notan patadas y movimientos. Estaba muy pendiente y mi marido y mi familia también; sufren contigo, aunque no digan nada, por los antecedentes que has tenido. Supimos que Valentina había muerto al habérsele enrollado el cordón umbilical en el cuello. Aunque luchas por tener un embarazo normal, no dejas de tener una preocupación. Esta vez, me hicieron una cesárea y no pasé otra vez por el parto.

¿Perder a un primer bebé es lo más duro?
"Perder el primer bebé es duro porque se tiene miedo a enfrentarse a otro embarazo"
Perder el primer bebé sí es duro, porque se tiene miedo a enfrentarse a otro embarazo. Y yo sabía la causa pero, otras veces, a pesar de la autopsia, no se sabe. Esto deja a los padres indefensos respecto al problema que ocasionó la pérdida. Cuando se ha perdido el primero, se piensa que eso va a impedir otro embarazo. Perder a tu primer hijo es muy duro y te deja muy marcada porque es tu primera ilusión como madre. Rompe la ilusión de todo el mundo, la tuya, la del padre y la de toda la familia que iba a recibir a ese primer niño. En cambio, cuando hay otros hijos hay que responder y reaccionar por ellos.

¿Cree que debería haber un período de baja para las madres que han perdido a un bebé?
Sí, sería importante que se considerara, porque el alumbramiento es como un parto normal y, además, tenemos que lidiar con la pérdida. Si por perder a un ser querido, el permiso es de dos o tres días, para nosotras debería haber más días de descanso estipulado, ya que en el trabajo es imposible concentrarse hasta que se tienen las ideas más asentadas. Si no pudiera ser como una baja de maternidad, por salud, que fuera lo que estipulara un psicólogo.

dimarts, 1 d’abril del 2014

Maternitat espiritual

No hi ha paraules en el diccionari per poder expressar com viuen uns pares la mort d'un fill. No importen les setmanes de gestació, les hores de vida o els anys. Quan mor un fill una part de tu mor també amb ell. L'angoixa i la desolació penetren com un huracà en el més profund de la teva ànima i et deixen un buit, tan gran, que no t'imagines mai que podràs tornar a omplir-ho.
Quan mor un fill les teves muralles s'esfondren i de sobte et trobes amb l'ànima trencada i nua. La teva brúixola perd el nord i has de buscar de nou un agafador, noves claus per poder seguir navegant. Quan mor un fill has de trobar noves raons per seguir vivint. El sentit de la teva vida queda entredit.
Quan mor un fill tot es fa relatiu i poques, molt poques coses, segueixen sent essencials. 

Quan mor un fill has d'aprendre a viure en l'ARA. Contemples la VIDA de manera nova i aprens a celebrar el miracle de la vida barrejat sorprenentment amb la màgia del quotidià.
Quan mor un fill has d'apostar de nou per la vida i decidir tornar a ser feliç. Quan mor un fill pots tornar a néixer i omplir, a poc a poc, el teu buit de sabiesa nova i d'AMOR abundant. Pots crear i recrear la teva vida de mil maneres diferents.
Quan mor un fill descobreixes que és molt més gran i important el que encara no podem veure. Descobreixes que el transcendent té ple valor i ple sentit.
Quan mor un fill, descobreixes una nova dimensió de la maternitat: la MATERNITAT ESPIRITUAL. Ens convertim en pares i mares capaces de contemplar, en la nit, al sol reflectit en la lluna.